Los centros Maggie’s

Arquitectos sanos, entornos saludables

Cómo surgió el primer centro Maggie’s
El diagnóstico de un cáncer provoca una crisis existencial y un cúmulo de emociones difíciles de gestionar: ansiedad, miedo, sentimientos de fragilidad, aislamiento… En sus memorias sobre su experiencia con el cáncer, Let the Whole Thundering World Come Down (2018), la escritora Natalie Goldberg describe sus esfuerzos por aceptar la cruda realidad de su propia temporalidad y seguir amando su vida, a pesar de verse abocada a la enfermedad y amenazada de muerte. La idea de crear espacios que acompañaran y ayudaran a los pacientes en ese proceso cambió las premisas de trabajo en la arquitectura hospitalaria.

El concepto de los Maggie’s Cancer Caring Centres supuso un replanteamiento de las necesidades de los centros de atención a pacientes de cáncer en todo el mundo, en un momento en que la enfermedad ya afectaba a al menos una de cada tres personas. Su fundadora, la difunta Maggie Keswick Jencks, ideó un lugar cálido y acogedor, un santuario donde un paciente bien informado pudiera participar de la evolución de su tratamiento. Estos centros han transformado profundamente la conceptualización del diseño de los espacios terapéuticos en aras de conseguir el mejor impacto emocional posible en aquellos que lo visiten.

El primer centro Maggie’s, diseñado por Richard Murphy, abrió sus puertas en Edimburgo en 1996, en el recinto del Western General Hospital, dos años antes de que se creara la fundación Maggie’s Cancer Caring Centres Trust, en 1998, que permitiría la autofinanciación de cada centro para convertirlos en embajadores de sus propias comunidades. El primer centro que se creó significó mucho para Jencks, ya que fue donde le diagnosticaron el cáncer y también donde recibió su último tratamiento antes de fallecer en 1995. Ella y su marido, Charles Jencks, querían conseguir el poder sanador de un edificio bien diseñado en el sentido más amplio posible.

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Vista de la cocina situada en la planta baja desde la escalera ondulante de bambú del Maggie’s Bart, diseñado por Steven Holl Architects en Clerkenwell, Londres. Foto © NAARO

Espacios diseñados para sanar

Las características de los espacios que dictó Maggie Keswick Jencks se recogen en un programa que se envía a todos los arquitectos a los que se les encarga un centro Maggie’s. Estos proyectos de arquitectura hospitalaria incluyen un ambiente doméstico, tranquilo y seguro -la antítesis de los centros hospitalarios-. Con una cocina central como espacio mixto donde reunirse y relajarse, con biblioteca, espacio para clases de yoga, de estética u otros cursos hechos a medida. “Queremos que Maggie’s te proteja, pero que esté abierta al mundo exterior, que te aliente a mirar hacia fuera”. El concepto espacial debe estar en consonancia con el contexto local, pero a la vez debe ser audaz y atrevido, reflejo de la personalidad individual de cada arquitecto seleccionado. Un sendero ajardinado da la bienvenida a los visitantes como espacio de distensión para que, a medida que se aproximen a la entrada, puedan sacudirse el estrés del entorno médico.

Al observar los cambios introducidos en hospitales de los Países Bajos, Estados Unidos y Japón, Charles Jencks ya vaticinó hace tiempo que el centro médico “Evolucionaría, de forma natural, hacia tipologías de edificios más variadas… como un hotel o un pequeño pueblo con su santuario”. El centro de West London (de Rogers Stirk Harbour, 2008), “Un tranquilo espacio aparte”, según palabras de Charles Jencks, dispone de consultas privadas con vistas a pequeños patios, abiertos a la naturaleza, así como una amplia sala multifuncional con puertas correderas. Todos los centros disponen de un espacio así, que “permita dilucidar posibilidades futuras, a ir más allá de la inmediatez del cáncer y a salir de uno mismo, aún con riesgo de fracasar en el intento… espacios que faciliten una transformación interior».

El objetivo de esta cualidad terapéutica híbrida es inspirar esperanza, aprovechando al máximo la luz, el color, la textura, la forma y el paisaje para crear una espacialidad y una presencia únicas, que transmitan alegría y entusiasmo, además de serenidad. “Pedimos a nuestros paisajistas y arquitectos que colaboren estrechamente desde el inicio de cada proyecto”. Muchos de los centros tienen forma de espiral o de molinillo (como el centro de Edimburgo), una mezcla de ambos o forma de rosquilla (el centro Gartnavel de OMA en Glasgow ). En el Maggie’s del hospital Barts en Londres, diseñado por Steven Holl Architects, con paisajismo de Darren Hawkes e inaugurado en diciembre de 2017, la acogedora cocina central es un espacio de doble altura donde el acristalamiento de doble capa de vidrio Okalux de Holl, tamiza discretamente la luz natural. Ello ensalza las artísticas y coloridas franjas de vinilo que decoran los ventanales horizontalmente, y que parecen simular las notas musicales de un pentagrama. Su diafanidad, libre de señalética, resulta envolvente y relajante.

El centro Maggie’s Oldham, diseño de dRMM Architects con paisajismo de Rupert Muldoon, ha sido bautizado por los visitantes con el sobrenombre de ‘La casa del árbol’, ya que afirman sentirse resguardados en un bosque, cercanos a la naturaleza y elevados por encima del suelo. Foto © Maggie’s Centre

El centro Maggie’s Oldham, diseño de dRMM Architects con paisajismo de Rupert Muldoon, ha sido bautizado por los visitantes con el sobrenombre de ‘La casa del árbol’, ya que afirman sentirse resguardados en un bosque, cercanos a la naturaleza y elevados por encima del suelo. Foto © Maggie’s Centre

Hospitales más humanizados

Desde finales de los ’90, la directora ejecutiva de Maggie’s, Laura Lee, ha trabajado con una de las fideicomisarias fundadoras, Marcia Blakenham, en la ampliación de la red por todo el Reino Unido, donde ya cuentan con 22 centros. Antes de proponer nuevos encargos, estudian con detenimiento el trabajo de los diferentes profesionales para decidir cuál resultará más apropiado, en función de las condiciones y características particulares de cada lugar. A finales de 2019 se abrirán tres centros más: un edificio de Thomas Heatherwick para el Maggie’s de Yorkshire; otro de Ab Rogers, en el hospital Royal Marsden de Sutton; y un tercero, de Dow Jones Architects, en Gales. Además, el pasado 4 de febrero se iniciaron las obras del edificio de Amanda Levete en Southampton, y el equipo está recaudando fondos para levantar nuevos centros Maggie’s en Northampton, en Taunton (con la arquitecta Alison Brooks), en Coventry y en el norte de Londres.

También se están abriendo ya centros en el ámbito internacional, como el Centre Kálida Sant Pau en Barcelona, obra de Miralles Tagliabue EMBT, en el complejo hospitalario de Sant Pau, previsto para mayo de 2019; así como un centro en Oslo, por Herzog & de Meuron; o el primer centro holandés, en Groningen, diseño de Marlies Rohmer.

“Cuando la mayoría de hospitales son de una frialdad clínica, la popularidad de la red de centros Maggie’s pone en evidencia la tremenda necesidad de que aquéllos proporcionen espacios de acogida reconfortantes de este tipo.”

El Centro Kālida Sant Pau Barcelona, parte de la red internacional de centros Maggie’s, obra de Benedetta Tagliabue – Miralles Tagliabue EMBT. Foto © Lluc Miralles

El Centro Kālida Sant Pau Barcelona, parte de la red internacional de centros Maggie’s, obra de Benedetta Tagliabue – Miralles Tagliabue EMBT. Foto © Lluc Miralles

Cuando la mayoría de hospitales son de una frialdad clínica, la popularidad de la red de centros Maggie’s pone en evidencia la tremenda necesidad de que aquéllos proporcionen espacios de acogida reconfortantes de este tipo, en un ámbito de actuación tan sensible como este, y también de que los arquitectos adapten sus proyectos a los climas locales.

Este tipo de proyecto de arquitectura hospitalaria está viviendo un crecimiento y cada vez surgen más en todo el mundo. Como ejemplo, el Centre Kálida Sant Pau de Barcelona es un pabellón situado en un jardín que aprovecha el buen clima mediterráneo, ya que los límites entre interior y exterior se difuminan mediante una secuencia abierta y flexible de espacios verdes y patios distribuidos en planta baja. Como en el resto de centros, se ofrecerá un programa de eficacia probada de apoyo al bienestar psicológico y emocional de los afectados. Además, el centro se comunica directamente con el Departamento de Oncología del hospital a través de un área pavimentada con un imaginativo diseño.

El equipo de selección de los centros Maggie’s es consciente de que pide mucho. “Lo que buscamos en nuestros arquitectos y diseñadores es una imaginación y sensibilidad que traspasen los límites de lo estrictamente funcional… lo único que no variará es la exigencia de construir un edificio hermoso, pequeño y humanizado, que nos levante el ánimo nada más entrar”.

Imagen principal: el centro Maggie’s Gartnavel en Glasgow, situado en una colina del terreno donde se encuentra el Gartnavel General Hospital de Glasgow, en Escocia, fue un diseño de OMA con paisajismo de Lily Jencks. Una serie de pabellones Miesianos individuales, interconectados entre sí, se suceden formando un círculo, alternando cerramientos acristalados y opacos, y arropados entre la vegetación, que también aporta vida al patio central. Foto © Philippe Rualt